Mi impresión acerca de la exposición "José Gil de Castro, Pintor de los Libertadores", en el Museo de Arte de Lima (MALI)
El 21 de octubre del 2014 se inauguró en el
Museo de Arte de Lima (MALI) la exposición retrospectiva más importante, del Perú,
y de Sudamérica: "José Gil de Castro, Pintor de los Libertadores", en el Museo de Arte de Lima, cuya acertada curaduría estuvo a cargo de
Natalia Majluf, directora de dicha institución. Esta exposición está
constituída por lienzos de la producción
del artista que se encuentran en el Perú (en su mayoría, los que conforman
parte de la pinacoteca del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia
del Perú de Pueblo Libre y que han sido cedidos para dicha muestra), así como también
otros lienzos del pintor que forman
parte de colecciones públicas y privadas en Chile y Argentina, países donde
también se exhibirá esta misma exposición de carácter itinerante, Iniciándose
actualmente en Perú, y posteriormente se exhibirá en Chile y
Argentina a principios del 2015.
José Gil de Castro Morales (Lima-Perú,1785 -
Chile,1837).
Pintor Mulato, hijo de José
Mariano Carvajal Castro y de María Leocadia Morales, una esclava liberada años
antes del nacimiento de su hijo José Gil, quien se iniciara en su adolescencia
como pintor agremiado, siendo discípulo, del pintor colonial Pedro Díaz (cuya
actividad artística data de 1770 a 1815, tomando como referencia las obras
producidas en ese período de tiempo) Y del cual Castro aprendería a pintar motivos
religiosos, que a fines del siglo XVIII eran requeridos aún por la iglesia y
luego la demanda decaería principalmente a que la iglesia optó por retirar su
mecenazgo a los talleres de pintura y dedicarse a la adquisición de tierras de cultivo y reconstrucción
de iglesias afectadas por los terremotos acaecidos a fines del siglo XVII y durante
el siglo XVIII. A comienzos de la década de 1810 se iniciaría su carrera militar, llegando a
ser “Capitán de milicias disciplinadas de la ciudad de Trujillo y agregado al
cuerpo de Yngenieros” (sic). A inicios de 1817, el ejército Libertador vence a
al ejército realista español en la batalla de Chacabuco y se le otorga a Gil de
Castro el rango de Capitán de fusileros del batallón Infantes de la patria,
conformado por afrodescendientes que se sumaron a la causa independentista en
Santiago de Chile. Tuvo también oportunidad de trabajar en el ejército independentista
como cartógrafo, cargo oficial que se le otorgaría después al nombrársele Cartógrafo
oficial del ejército Libertador y posteriormente del naciente ejército peruano.
Sus viajes al lado de los libertadores (en especial al
lado de Don José de San Martín), fueron
propicios para que el artista conociera otros estilos pictóricos que
influenciarían en su estilo, pues el estilo de la pintura colonial chilena era
mucho más europea en comparación con la pintura colonial de Lima y Cuzco, además
de haber conocido la obra de pintores europeos afincados en Chile que llegarón
a ese país durante la colonia cuando el inciador de esta “importación” de
artistas, el sacerdote jesuita Karl von Haimbhausen (o Carlos Haimbhausen)
religioso de origen Alemán, quien llegó a mediados del siglo XVIII, trae
consigo el arte europeo y junto a Fermín Morales y Ambrosio Santelices son
considerados los primeros pintores profesionales de la gobernación de Chile y
posteriormente su técnica y parámetros estéticos europeos influyeron en el
resto de los pintores coloniales hasta el siglo XIX. Dentro del contexto
chileno de ese entonces, más o menos en 1813, aparece Gil de Castro y dada su
celebridad ,y teniendo al retrato como
tema principal, se le considera el iniciador de un nuevo período en la historia de la pintura en dicho País.
Su actividad en el ejército
libertador, el entorno de los libertadores y su matrimonio con una dama Chilena le hicieron escalar socialmente
y a Ello se debe que destacara y obtuviera
prestigio como retratista dentro de una
sociedad privilegiada. Los principales encargos recibidos provenían de miembros de la aristocracia peruana y chilena
quienes conformaban una nueva elite política y social en el Perú y Chile de
inicios del siglo XIX, altos funcionarios de la corona española, como también
de los caudillos militares de entonces que luchaban por la libertad de los
países de Sudamérica que se encontraban bajo el dominio
de la corona española. Se convierte en
el retratista oficial del libertador Don José de San Martín y de O'Higgins. De
regreso al Perú, realiza algunos encargos importantes como el primer retrato de
Don José de torre Tagle. Tras la victoria de Ayacucho, que liberaría a los
peruanos del yugo español en 1824, Gil de Castro se convertiría en el
retratista favorito del libertador Simón Bolívar. Dentro
de dicho contexto surge en el Perú una nueva tendencia dentro de la temática pictórica
de entonces: El retrato, el cual cobra importancia porque además de ensalzar la
figura de los héroes de la independencia, y además sirvió a una nueva élite como un
medio que les permitiera el poder hacer alarde de su nueva
posición Social, económica o política.
Entre las obras más representativas
de José Gil de Castro y que tenemos oportunidad de apreciar en esta exposición se
encuentran: Los retratos del Capitán Bernardo O’Higgins, de Don José de San
Martín, del libertador Simón Bolívar, del Marqués de Torre-Tagle y del mártir
José Olaya, primer personaje mestizo en ser inmortalizado en un retrato gracias a su participación en la causa independentista
y otros retratos de personajes de la vida social y funcionarios de gobierno y
caudillos militares tanto de Perú y Chile.
Definir el estilo de Gil de
Castro es algo complejo, es un hecho que su tendencia retratista era coyuntural.
Técnicamente posee una paleta de óleos en tonos intensamente rojos, verdes y azules
(dependiendo de los detalles del atuendo militar o ropas usadas por los retratados)
que contrastan con el claro oscuro de
sus fondos en veladuras sienas y tonalidades frías, pero posee una pintura
bidimensional es decir, muy plana con respecto a la obra de otro contemporáneo
suyo: Pablo Rojas, cuya única obra conocida es la del retrato de cuerpo entero
de Simón Bolívar realizado en 1825 (obra
que además se ha incluido en esta exposición, aunque suponemos que sea porque
ambos pintores plasmaron la figura del libertador en lienzo y asimismo, se desarrollaron dentro de un contexto y coyuntura similares y
que de algún modo, el tener ambas obras una al lado de la otra nos permite hacer
un análisis comparativo entre el estilo
pictórico de ambos y que-valgan verdades- apreciamos un mejor manejo técnico por
parte de Pablo Rojas tanto en el volumen,
un mejor manejo de luces y sombras, como un trazo menos marcado que el de Gil de Castro
quien curiosamente fue más reconocido que Rojas debido a sus vínculos con el
poder.
Aunque técnicamente La
técnica de Pablo Rojas es superior a la de Castro, lo más relevante de la obra
de José Gil de Castro radica en su evolución, abandonando el perfil religioso
de sus inicios y alcanzar un valor
histórico, de un caríz cada vez más nacionalista. Su arte iba de la mano con la época, el entorno
y los acontecimientos que le tocó vivir: el ocaso de la vida colonial (de
pintar escenas religiosas, a pintar personajes aristocráticos) y por ende a la transición hacia una vida
republicana, inmortalizando en la mayor parte de su obra, a sus protagonistas: aquellos hombres y
mujeres que lucharon por tener una sudamérica libre e independiente y que
gracias a Castro, sus figuras se han convertido en íconos que constituyen parte
importante de nuestro imaginario, dando inicio además, a una nueva etapa de la
historia del arte Peruano, de Chile(donde es considerado un referente importante
dentro de su historia del arte) y en
general, de la pintura Republicana Sudamericana,
que Hoy el MALI, exhibe en una muestra única en su género.
ROSA MARÍA VARGAS R.
Historiadora, Crítica de Arte y Curadora
Independiente.
Fotografías y diseño: Rosa María Vargas
R.© All rights reserved
NOTA: La
exposición estará abierta hasta el 22 de Febrero del 2015, en el Museo de Arte
de Lima (MALI), Paseo Colón 125 Lima – Perú. En el siguiente horario: de Martes
a Domingo de 10:00 a.m. a 8:00p.m., y
los sábados de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Agradecimiento:
Al personal del Museo de
arte de Lima (MALI), por permitirme fotografiar algunos planos generales de la
exposición, para ilustrar este presente artículo.